martes, 17 de abril de 2012

| Capítulo siete. |

"Durante un instante me pregunto cómo verá Gale el incidente, pero después me lo quito de la cabeza, porque, por algún motivo, Gale y Peeta no coexisten bien en mis pensamientos."
Katniss, Katniss. Por alguna extraña razón, esa frase me venía al pelo en aquellos momentos. Hacía ya varias semanas que Catnip estaba bastante pesada con una saga de la que nunca oí hablar, Pipita también hablaba mucho de ella, así que por mera curiosidad ya, me he comprado el primer libro a ver qué tal. Y la verdad es que no está nada mal, engancha. Aunque a Wolf no le ha hecho gracia que le deje plantado por un libro. Sonreí pensando en la cara de Wolf al decirle: no, lo siento, hoy no salgo, me quedo en casa leyendo. Era épica. Debía haberla grabado, y os la tendría que enseñar. Os ibais a reír seguro. Hacía rato que había mirado la hora, y creo que marcaban las cinco de la tarde. Si seguía a ese ritmo me terminaba el libro en unas horas. Y luego, podría entender algo de las conversaciones de tributos y cosas de ese estilo que Catnip y Pipita mantenían constantemente. Menos mal, que de Harry Potter sí era fan y me he leí los libros, así que al menos cuando hablaban de eso me enteraba.  Tenía pensado o salir en toda la tarde, quizás salir a dar un pequeño, corto, minúsculo paseo con Happy, pero no sé aún si saldré. Bueno, el caso es que estaba ensimismada con la lectura. Entonces, dí con una frase. Una frase que, me describía, es decir, describía mi situación perfectamente. Os la pondría, pero resulta que estaban llamando a la puerta. Dejé el libro abierto, boca abajo en la mesa, y salí refunfuñando de la habitación, pensando quién sería el idiota que me había interrumpido la lectura. Bajé las escaleras y me arreglé la sudadera que llevaba puesta. O había perdido peso, o era cuatro tallas más grande. Abrí la puerta y ahí estaba él. Con sus rizos tan bien colocados como siempre, sus pantalones y camisa ajustados, sus gafas de sol. Tal y como lo conocí, básicamente. Me sonrió y yo le fusilé con la mirada, figuradamente, claro.
—¡Hola!—exclamó sonriendo. Ala, ahí estaba otra vez esa sonrisa. Qué muchacho tan feliz, por el amor del cielo. 
—Hola—contesté, menos alegre que él. Todavía tenía en mi cabeza lo de alejarme de él, así que, sí, me resistía a abrazarlo. Di tres pequeños e inaudibles golpes en la puerta.—¿Quieres pasar?—pregunté. Decían que eso es lo que se dice cuando intentas ser amable, así que...mi intención era esa. Intentar ser amable, a ver si así se iba antes. No me malinterpretéis. No es que odie a Ricitos o me caiga mal, simplemente no quiero que lo que siento por él, se multiplique por doscientos. Que no me quiero enamorar.
—Si no es molestia—dijo entrando felizmente por la puerta. La cerré algo desganada y vi que ponía sus manos en la cintura, suspirando e irradiando absurda felicidad por donde pasaba. Le miré y comencé a subir las escaleras. Me miró extrañado y le hice un gesto con la cabeza, indicando que subiera. Asintió, otra vez, alegremente, y subió tras de mí. Le indiqué dónde estaba mi habitación y entró delante de mí, después entré yo y cerré la puerta. Aparté el libro de la mesa, le puse un trozo de papel para no perder por dónde iba y encendí el ordenador, poniendo My name is Skrillex de Skrillex. Le bajé volumen, ya que parecía que Ricitos no estaba acostumbrado a esa música. Le sonreí y me miró.—Sólo quería saber qué hacías, me he pasado por el parque y no te he visto.
—Leer—contesté abriendo YouTube. Le ofrecí un sitio a mi lado y se sentó, observando con detenimiento qué hacía. Rió un poco cuando contesté que estaba leyendo, y le miré algo molesta.—¿No te crees que estuviese leyendo?
—Yo no he dicho eso—contestó. Le miré con mala cara, y seguí mirando fotos y demás cosas. En concreto, miraba las guitarras que había en un sitio que encontré de Internet. Deseaba tener una, pero primero, el dinero no me llegaba, por lo tanto tenía que comprarla de lo más barato y malo, y segundo, seguramente esas no me durarían ni dos días, así que las buscaba en tiendas lo más baratas posibles, e intentaba ahorrar.—¿Quieres comprar una guitarra?—preguntó Ricitos. Asentí con la cabeza y seguí mirando modelos. Todos demasiado caros.—Te la puedo comprar yo, y de un mejor sitio que ese.
—No hace falta—contesté.—Puedo comprarla con mi dinero—mentira. Yo no tenía dinero. Pero bueno, tampoco quería deber nada a nadie. Una cosa que me molestaba mucho, era deber cosas a la gente. Aunque fuera la cantidad de dinero más mínima, no me gustaba. La guitarra, era un capricho mío, por tanto quería comprarlo yo, ya que era algo que no necesitaba para vivir, precisamente. 
—No es nada, yo te la compraré—dijo. Le miré y borré la sonrisa que estaba apareciendo inconscientemente en mi cara. Negué con la cabeza y cambié de canción. En realidad, sólo pausé la que tenía puesta. No sabía qué poner. Noté una pequeña risa por parte de Ricitos y vi que se acercaba a mí. Me quedé quieta y noté como el ritmo cardíaco se aceleraba poco a poco. No, no, no, Skat respira y tranquilízate. Vi que tecleó Got 2 luv u de Sean Paul ft. Alexis Jordan. Yo veía a Ricitos escuchando cosas como rock o grunge, no esto. Aunque esa canción, precisamente mi madre la cantaba mucho, y algo sí que me sabía. Comenzó a cantarla, y he admitir, que cantaba mejor que bien. Sonreí escuchándole e incluso, en la parte de la chica me atreví a entonar un poco. Pero cambié de canción, aquella hacía daño a mis oídos. No me malinterpretéis. No me entusiasmaba escuchar esa clase de música. Puse Dear God de Avenged Sevenfold, y me sonrió. ¿Conocía la canción? Imposible. 
—¿Conoces la canción?—pregunté.
—Sí—contestó.—Tuve el placer de conocer a la banda hace unos años—mi cara era de asombro puro y duro. ¿Que conocía a este grupo? Joder, quizás no era tan niño como yo creía. Canté la canción, me encantaba. Acompañó un poco, en las partes que se sabía. Aunque, lo único que nos importaba, no sé por qué, sentía que era el estar juntos los dos. Acabó la canción al cabo de unos seis minutos, y esta vez, eligió él. You're beautiful  de James Blunt. ¿Venía con indirectas la canción?My life is brilliant. My love is pure. I saw an angel, of that I'm sure. She smiled at me on the subway. She was with another man, but I won't lose no sleep on that, 'cause I've got a plany poco a poco, se iba acercando a mí, conforme llegaba el estribillo. No pensaba besarle, eso tenedlo claro. Pero es cierto que estábamos bastante cerca, cuando llamaron a la puerta. Esta vez, no salí refunfuñando de la habitación, esta vez salí dando gracias a quien quiera que hubiese llamado. Iba a abrir cuando frené en seco. ¿Y si era Wolf? Pues la había cagado. Si era él y veía a Ricitos aquí, podemos dar por terminada la relación. No, seguro que no era él, habría entrado por la ventana directamente. ¿Y si no? ¿Y si era él? Llamaron una segunda y tercera vez. Bueno, quien no arriesga poco gana, así que nada, mejor abrir. Y otro gracias salió del suspiro que pegué, al ver que era Happy. 
—¡Hola!—dijo sonriendo. Le miré y vi que se frotaba las manos, aunque no me extraña, hacía frío en la calle. Le sonreí.
—¿Qué haces aquí?—pregunté. Elevó los dos hombros, supongo que estaría de visita. En estos momentos preferiría estar con él que con Ricitos. Le dejé pasar y le pedí que se quedara en el rellano de la puerta, mientras yo subía. 
Subí las escaleras tan rápido como pude y abrí la puerta. No me dio tiempo a reaccionar, os lo digo en serio. No sé cómo pasó todo, ni siquiera a día de hoy, sé como ocurrió. Simplemente, abrí la puerta, y dos manos cogieron mi cara, elevándola hasta la altura de alguien más alto que yo, hasta sus labios. Cuando me quise dar cuenta, era Ricitos. ¡Ricitos me estaba besando! ¿Qué haces cabeza? ¿Manos? ¿Piernas? ¡Queréis reaccionar alguna! Se me hizo imposible apartarme. Simplemente me quedé quieta. Quince, dieciséis, diecisiete. Veinte segundos y Ricitos terminó el beso. No me soltó la cara, simplemente apoyó su frente contra la mía. Ambas narices chocaron delicadamente, y yo seguía ahí, pasmada.
—Sabía que me querías, lo sabía. En estos tres meses nunca he dejado de creerlo. Lo sabía—susurró. ¿Qué pretendía que vocalizara? No me salía ni un puto grito. 
Me dio un beso en la frente y se despidió, saliendo de mi habitación y intercambiando con Happy un pequeño hola, bastante incómodo seguro. Me senté en el suelo, en el mismo sitio donde minutos antes Ricitos me estaba besando. ¿Se puede saber qué estaba haciendo? ¿A qué estaba jugando? No me gustaba el juego. Yo sabía que no tenía que haber hablado con él cuando vino al parque, yo sabía que no tenía que haberle dado falsas esperanzas. ¿Falsas esperanzas? ¡Una parte de mí estaba enamorada de él! Tres meses, tres meses ya. En tres meses he tenido muchos momentos para dejarle las cosas claras, pero no, para nada, yo no lo hice. Escuché que alguien subía por las escaleras, y fue ahí cuando me di cuenta de que había olvidado por completo a Happy en el rellano. Se sentó a mi lado y cuando pequeñas lágrimas, salieron de mis ojos, me abrazó, intentando tranquilizarme. Las lágrimas salían más deprisa, y más me dolía el pecho. Tras varios minutos, me comencé a tranquilizar, y ahí había estado todo el rato Happy, sin soltarme, acariciando mi espalda, intentando que dejara de llorar. Me quité las lágrimas de la cara, intentando mirarle a los ojos, darle las gracias.
—Me imagino lo que habrá pasado—comentó. Bajé la vista y volví a recordar el momento. Mis labios, fríos como el hielo, ya que venía de abrirle la puerta a Happy, y una ráfaga de viento me dejó hecha un cubo de hielo. Los suyos, cálidos, de haber estado en mi habitación por horas, riendo y cantando, siendo Ricitos, siendo él mismo. Una fusión perfecta, ¿no? No, no, no, no. Yo no podía acabar con él. No pegábamos. Mi tipo era Wolf, todos lo sabéis. Yo fui lo que Ricitos es. De la misma forma. Con los mismos gustos, la misma forma de hablar, de comportarme. ¿Y si él también era mi tipo? Pues estaba la cosa jodida. Happy intentó sacarme de todos mis pensamientos, sabía que estaba pensando en él.—Creía que estabas con Wolf.
—Y estoy con él—aclaré.—Lo que pasa es que...—paré, pensé durante unos instantes. ¿Qué explicación le iba a dar, si ni siquiera yo sabía qué había pasado?—...no sé. Ha sido todo demasiado rápido, supongo, me ha pillado de sorpresa, no me lo esperaba, no me reaccionaban las piernas—expliqué—ha sido raro, muy raro. 
—Quizás te guste—dijo Happy. Le miré extrañada, con media sonrisa en la cara. Negué con la cabeza.—¿Por qué no? Puede ser.
—Por poder puede, pero nunca puedes estar enamorada de dos personas a la vez—contesté. Me miró y rió.
—Yo no he dicho nada de estar enamorada, he dicho de gustar. Por gustar, te pueden gustar cuarenta mil personas—dijo. Hombre, eso era verdad. Razón no le faltaba. Pero yo estaba cien por cien segura de que yo estaba enamorada de Wolf. Y que..¿una parte de mí lo estaba de Ricitos? 
—Bueno vale—admití.—Me siento mal...—bajé la vista. Me seguía doliendo el pecho. Y encima, las dos únicas personas que no quería ver en mi mente, estaban y hablándose y riendo, como amigos que eran. En ese momento, entendí mejor que nunca la frase que Katniss decía. 
—Es lógico que te sientas mal, has besado a otro chico—dijo. En realidad, la situación no tenía gracia ninguna. Pero ahí estaba él para hacerme reír. ¿Cómo? Pues ni idea. Sólo sé que comencé a reír como una loca, y él conmigo, aunque estaba segura de que no tenía ni idea de por qué reía. 
Happy era un buen chico. Mi vecino desde hacía unos años. Me acompañó a ver las películas que nadie quería ver conmigo, me recomendó libros, jugamos a vídeo juegos juntos, me hizo conocer estilos de música que desconocía; realmente se hizo una persona muy importante para mí. Es cierto que hasta ahora, nunca habíais oído hablar de él, pero es que Wolf se ponía celoso cuando hablaba de él. He vivido muchas cosas con Happy, tantas o más, que con los demás. Pero no sé. Con él era todo diferente, diferente en sentido de que, no sé, algunos problemas dejaban de tener importancia cuando se los contaba, cuando estaba con él. Hacía desaparecer problemas de mi vida, y eso creed lo que digo, no lo hace mucha gente. Tras un par de horas, decidió irse, ya que eran aproximadamente las nueve de la noche, quizás más. Una vez ya se había ido, todo volvió a mi cabeza. El beso. Maldito beso. Esa no era yo, nunca me había comportado así. Un sorbo al café que había echo. ¿Cuánto tiempo podía ocultar lo que había pasado? En ese momento comencé a odiar mi sinceridad. Decidí seguir leyendo para evadirme un poco del mundo, de todo lo que me estaba sucediendo, aunque sabía perfectamente que tendría que volver al mundo real en cuanto viera a Wolf o a Ricitos. Resoplé y vi que alguien abría la ventana. Vaya, parecía que iba a volver al mundo real mucho antes de lo esperado. Vi que los ojos azules de Wolf se distinguían en la oscuridad como si fueran fluorescentes. Sonrió y se acercó a mí, no me dejó decir nada, simplemente me besó. Sonrió al separarse algo de mí y vio algo en el suelo. Se le borró la sonrisa, y algo molesto se dirigió hacia la cosa que vio. Giré la silla y vi un pañuelo. El puto pañuelo de Ricitos. ¿Cómo no me había dado cuenta de que estaba ahí tirado? Gilipollas, si es que era gilipollas. 
—¿Ha estado aquí?—preguntó al ver que me había llevado las manos a la cara. Dejé el libro sobre la mesa, esto era pelea seguro. Asentí lentamente con la cabeza. Y ahí empezó. Una pelea bastante impresionante. Gritos, chillidos, reproches, insultos hacia Ricitos... ¿Tan celoso era Wolf? Nunca jamás me lo había imaginado así. ¿Qué podía hacer yo, más que escuchar y asentir con la cabeza? Intervenía cuando el tema se le iba de las manos diciendo cosas que no eran, pero eso era en muy pocas ocasiones, ya que llevaba razón. Me estaba comportando de forma extraña, aunque, nunca me había pasado eso, así que era un poco lógico que estuviese algo perdida. Más chillidos sin sentido, ¿no se cansaba? Treinta, cuarenta, cincuenta minutos. Qué ganas tenía de que se callara ya. Estúpido amor. 
—¿Has terminado ya?—pregunté. Me miró burlón y asintió con la cabeza, sentándose en el suelo, delante de la silla donde yo estaba. Me coloqué de rodillas, delante de él. Apoyó sus manos en el suelo, inclinándose hacia atrás.—Ahora me toca a mí decir unas cuántas cosas—agaché la cabeza—lo mío no será tan largo como el gran discurso que tú me has dado, así que, te pediría que cerraras la bocaza en todo el rato, y me escuches.—Le miré y asintió con la cabeza. Me aclaré la garganta y me acerqué a él, rápidamente, más rápidamente que Ricitos hacia mí. Le besé y noté sus manos en mi cintura. Me separé milímetros de él, incluso aún seguía notando sus labios en los míos. Susurré un pequeño te quiero a pesar de todo, cenutrio, y le noté sonreír.
—Yo también te quiero—contestó. Era la primera vez que me lo decía, era la primera vez que mostraba sus sentimientos hacia mí, no por actos, sino por palabras. Era la primera vez que de verdad sentía que yo le importaba.
"El fuego y el hielo coexistiendo ambos de algún modo sin destruirnos el uno al otro. No podía haber prueba más definitiva de que nos pertenecíamos."

11 comentarios:

  1. JODIDA PERFECCIÓN. Joder, es que no tengo palabras Maribel.. siempre me dejas sin ellas. QUE ME ENCANTA DEMASIADO. ¿NO SE PUEDE QUEDAR SKAT CON WOLF Y RICITOS? :( JAJAJAJJAokya. Necesito leer máaaaaaaaas *-* te quiero.

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  2. Aaaaaaaaa Dios pero no me gusto lo de el beso con ricitos per la última parte de ese capii no la cambio para nada en el mundo es lo mejor de lo mejor me encanta que pongas frases en cursiva porque son tan asfdjalsdjfl.

    PD: Sigue!! Besos xx

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  3. ME ENCANTA! No te puedo decir otra cosa porque es perfecto! Pero yo quiero que siga con Wolf, me gusta más que Ricitos, pero hagas lo que hagas, tu novela es increible :D

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  4. ¡ESAS FRASES ESAS FRASES! Te has fajado, que capítulo tan genial. ldñksfjgdflgkgf.
    Ricitos <3.

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  5. Maribel, ¿QUE PRETENDES QUE TE DIGA? Nada, sabes perfectamente que es perfecta esta historia y que Ricitos no, no quiero que se quede con Skat. <3

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  6. JOODER! QUE ME ENCANTAAAAAAA no puedo de dejar se imaginarme la ultima escena de Wolf y Skat ajfmciybekduebkdyveu me encanta me encanta! lo mejor es lo ultimo en letra cursiva Tequiero!<3

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  7. JOODER! QUE ME ENCANTAAAAAAA no puedo de dejar se imaginarme la ultima escena de Wolf y Skat ajfmciybekduebkdyveu me encanta me encanta! lo mejor es lo ultimo en letra cursiva Tequiero!<3

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  9. Hola, soy nueva lectora y me encanta.
    Enserio es súper kjsdcbbdvjbskjdbvksbfvikbsf, nunca he lído una una novela tio así y aunque no me justen mucho los Jonas adoro la forma en que has dado vida a los personajes. Y si, me he dado cuanta de que los skaters de Skat són los chicos de 1D ¿no me lo flipo, no? Aunque vieniendo de mi sería posible que fueran imaginaciones mías, LOL.
    Espero el siguente en cuanto puedas, enserio es extremadamente increible :')
    Por cierto, ¿podrías avisarme para el siguiente?
    Un besazo <3

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  10. Tienes mucha creatividad, Maribel.
    Sigue adelante y llegarás lejos.
    Un saludo

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  11. Buah! Vaya habilidad! tuenes que publicarlo e?? Es genial!!! y escribes de miedo enserio!! Porfavor, continua la historia! No dejes nunca de escribir vale? :)

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