viernes, 25 de mayo de 2012

| Capítulo once. |

—¿Este es tu "baño"?—gritó Ricitos acercándose por detrás. Estaba claro que la había cagado pero bien. Pero vosotros estáis de testigo; yo no besé a Wolf, él me besó a mí. Me giré y vi a Ricitos con una cara de ira, rabia, dolor y decepción. Cosa normal, ya que acababa de besarme con mi ex novio. La cabeza me daba vueltas. Me senté en el suelo mientras Ricitos soltaba cosas muy bonitas por su boca en mitad del aeropuerto. Catnip y Pipita se dieron cuenta de que me estaba mareando y vinieron a mi lado. Dejé de oír los gritos, incluso me empecé a olvidar de qué estaba pasando, de dónde estaba. ¿Me estaba muriendo? No joder, qué cosas digo. Estaba aprendiendo lecciones importantes, aunque no me diese cuenta. Puede que a una persona le parezca una tontería algo, pero a otra persona ese algo le puede parecer lo más importante del mundo. Quizás eso sea lo que estaba pasando con Ricitos. O quizás no. Realmente no entendía aquella situación, ni siquiera sabía lo que sentía. Empecé a ausentarme hasta que todos se dieron cuenta de que no estaba en este mundo, de que me estaba yendo. Tirada en el suelo encima de las piernas de una chica rubia, así me recordaba. Todos se colocaron a mi alrededor, por fin se dieron cuenta de que me había caído, de que llevaba varios minutos que no sabía si estaba en la Tierra o en Marte. Alguien sacó un móvil, parecía que llamaban alterados. ¿Una ambulancia? No lo sabía. Quería levantarme pero las piernas no me reaccionaban. Los brazos tampoco. Los párpados bajaban sin poder hacer yo nada. Todo sucedió demasiado deprisa, supongo. El romperle el corazón a alguien tiene sus consecuencias, y si crees que no es así, ya está ahí el karma para demostrarte que no saldrás vivo de esa situación. Que tendrás tu castigo. Me estaban abanicando cuando la vista se volvió aún más  borrosa. Todo se volvía  de color negro. Y perdí el conocimiento.
Al despertar, observé dónde estaba. Creía que en el aeropuerto aún, pero no era así. El techo era blanco, al igual que las paredes. Tres ventanas y una mesa llena de flores y cartas. ¿Dónde estaba? Miré hacia el otro lado y vi que en una pantalla se reflejaban mis pulsaciones. A través de la ranura de la puerta vi a una enfermera. Estaba en un hospital. Distinguí a una chica rubia y a otra morena en las sillas, durmiendo. Necesitaba saber qué día era, qué hora era. No tenía cerca ningún reloj ni teléfono. Empecé a hacer ruidos como pude, para despertarlas. Al cabo de quince minutos, no me habían oído. Eché la cabeza hacia atrás, y vi que Ricitos entraba en la habitación. Sonrió al verme despierta y despertó a Catnip y a Pipita.
—¡Chicas! ¡Está despierta!—exclamó. Puse una cara algo rara, no sabía por qué tanto jaleo. Se acercaron a ambos lados de mi cama, y empezaron a hacerme preguntas.—¿Cómo estás?—preguntó primeramente Ricitos.
—Bien—contesté.—¿Qué ha pasado?
—Llevas dos días aquí, es la primera vez que te despiertas—dijo Pipita. ¿Dos días? ¿Llevaba ahí dos días sin despertarme? Imposible.
—¿Qué día es hoy?—pregunté atónita. 
—Hoy es 1 de Julio, Lydia—contestó Catnip. El avión salía el día 28 de Junio. Que caía en Lunes, así que ese día era...
—¿Jueves? ¿Hoy es Jueves? ¿Llevo aquí postrada desde el Lunes?—pregunté. Ricitos me miró algo confuso y asintió. Ya iba recordando. Me desmayé en el aeropuerto, cuando Ricitos me vio con...Wolf. Los ojos de Ricitos mostraban falta de sueño, mostraban dolor, incluso diría que los tenía hinchados. ¿Había estado llorando? ¿Por mí? No era absolutamente necesario. Al fin y al cabo, bueno...fue sólo un beso, ¿no?
—Me voy ya, cuando le den el alta, recordad llamadnos y venimos a recogeros—dijo Ricitos. Las chicas asintieron y cogió su chaqueta, dirección a la puerta. No podía irse. ¿Lo nuestro había terminado ya, o no? No se podía ir así, sin más. 
—¡Espera!—le grité. Se paró y me miró, serio.—No puedes irte...—dije. Le miré y apartó la vista. Las chicas me dieron un pequeño apretón de manos y salieron de la habitación. Ricitos tiró la chaqueta a la silla y se acercó a mí. 
—¿Por qué no puedo irme?—preguntó.—¿Qué me retiene aquí?
—Yo—contesté.—Acabo de despertarme y quiero...saber, si esto se ha acabado, si no se ha acabado. Quiero saber qué va a pasar cuando salga de aquí.
—Esperaba que esas preguntas me las respondieras tú—contestó. Reí irónicamente.
—¿Crees que he estado dos días excluida del mundo pensando en qué iba a pasar con nosotros? ¿Tú eres tonto?—pregunté. Sonreí. Rió. Era demasiado idiota para que fuera mayor que yo. 
—Era una de las posibilidades—contestó. Le miré frunciendo el ceño, y sonrió.—Ya hablaremos de todo eso cuando salgas. De momento, piensa solo en recuperarte.—Se acercó a mí y me dio un beso en la frente. Al separarse estábamos realmente juntos. Quizás si le besaba, se quedaría allí, conmigo... Pero llamaron a la puerta.
—¿Se puede?—preguntaron. Asentí cuando asomaron la cabeza y se me iluminó la cara de felicidad. Eran Andrea, Katy, María y Andy. Andrea y María eran hermanas. Todas eran vecinas mías. Hacía mucho tiempo que no las veía.
—¡Chicas!—grité felizmente. Ricitos se separó de la cama, no sin antes susurrarme: lo que iba a pasar hace unos segundos, no va a quedar ahí, hay que llevarlo acabo. Me sonrojé y le despedí con la mano. Las chicas le dijeron adiós, sin darse cuenta de que era famoso. Creo que finalmente no era la única que no lo conocía. 
Se sentaron allí y estuvieron hablando sobre qué había pasado por el barrio. Una parte de mí quería saber qué había pasado con Wolf, aunque sólo hubieran pasado dos días. Creed cuando digo, que Wolf puede dar cambios brutales en apenas horas. 
—Wolf...—empezó a decir Andrea—no te va a gustar el nuevo Wolf.—Le miré confusa y después miré a las demás. 
—Wolf ha cambiado mucho en poco tiempo, Skat—comentó Katy. Empecé a imaginarme mil historias, mil cosas que podría haber hecho. Raparse. Hacerse más tatuajes. Agrandar sus dilataciones. Quizás, volverse un chico aplicado, a lo Ricitos. Podría haber hecho demasiadas cosas.
—¿Qué pasa con él?—pregunté.—Por favor, decídmelo.
—Pertenece al grupo de Rev—contestó Al. ¿Al? ¿De dónde había salido Al? Miré hacia la puerta y vi a Mad Hatter, a Xerxes, a Ed y, finalmente a Al, asomados. Miré a las chicas y asintieron con la cabeza. ¿Rev y Wolf? ¿Juntos? ¿Amigos? Esto era una mala pesadilla. 
—¿Cómo que amigo de Rev?—grité.—¡¿Es que vosotros no podíais haberle negado eso?!—miré a Mad Hatter y negó con la cabeza.—Esas tenemos, ¿no?—todos me miraron. Miré mis muñecas.—Me voy a Nueva Jersey en cuanto salga de aquí. 
—¡No!—gritó Mad Hatter acercándose a la cama.—Esperábamos que tú hicieras entrar en razón a Wolf—dijo. Le miré incrédula, ¿realmente creía que podía convencer a Wolf de algo?
Los primeros meses de mi llegada al grupo, pasaba más tiempo con Wolf, ya que parecía que con él podía ser más yo que con los demás. Un día habíamos quedado, y fuimos al parque, a practicar con el skate. Estábamos solos, ya que todos los demás se habían quedado en casa ensayando algo, que ahora no recuerdo. Uno de los trucos que Wolf quería enseñarme, al intentar hacerlo, se caía. Lo intentó unas treinta veces, y todas se caía. Sugerí que quizás se estaba equivocando en algo. ¿Conocéis a alguien más cabezón que una mula? ¿No? Aquí os presento yo a uno. Por más que le decía que estaba cometiendo algún tipo de error, más se negaba, más lo intentaba, y más se caía. Cuando la sangre empezaba a salir de las palmas de sus manos, abandonó. Me pasó el skate y me tocó intentarlo. La primera vez me caí. El se reía, creyendo que no me saldría. Pensé en lo que él había fallado, lo mejoré, y lo conseguí a la segunda. Me aplaudió y, realmente creo que desde ahí, nuestra relación pasó a un siguiente nivel. Yo tenía talento e inteligencia, y él fuerza y determinación. Todos decían que éramos la pareja perfecta. En muchos aspectos he intentado convencer a Wolf. De sus estudios, de sus salidas, vamos, de varias cosas. Y con ninguna me ha hecho caso. ¿Me va a hacer caso ahora, que esto es un tema más serio? Él es de esas personas que no atiende a razones. Hace lo que le dicta el corazón, aunque, pensándolo bien, no sé qué narices ha fumado su corazón para decirle que haga eso.
—¿Qué has pensado hacer?—dijo Xerxes, cuando ya las chicas se habían ido. Miré a todos y me incorporé en la cama.
—Salir de aquí, claro está—contesté. Todos reímos y me froté la cara.—Joder...¿pero alguien sabe por qué se ha metido en ese embrollo?—Todos miraron a Al. Sabía que él sí tenía que saber algo por narices, pero no estaba segura de que lo fuese a contar.
—Yo...yo no sé nada—dijo. Le miramos fijamente, intimidando, cosa que se nos daba bien. Empezó a morderse el labio inferior. Se ruborizó. Por fin iba a hablar.—Se ha metido ahí por ti.
—¿Qué?—pregunté. Menuda locura era esa. Si realmente hubiera sido por mí, se habría alejado de Rev, no se habría hecho amigo suyo. 
—Lo que oyes. Mira, Rev le tiene muchas ganas a Kevin. Y tiene otras cosas en mente para Eleanor y Danielle. Si Wolf está con Rev, puede mentir sobre dónde estáis, o qué hacéis. Os está protegiendo.—Le miré. Puede ser que lo estuviera haciendo, que nos estuviera protegiendo. Pero...¿por qué?—Se supone que él odia a Kevin—contesté. Todos asintieron, nunca lo había dicho, pero se notaba demasiado. Cantaba a cien kilómetros a la redonda, incluso. 
—Él odia a Kevin, eso es cierto—empezó a decir Ed—pero a ti no te odia precisamente.—Le miré. ¿Cómo se supone que debía tomarme aquella frase?
—Que está enamorado de ti, ceporra—aclaró Xerxes. ¿Enamorado de mí? ¿Wolf? No sabía si reír o llorar. Es cierto que alguna idea suelta sí tenía de que yo le gustar a Wolf. Pero, ¿enamorado? Eso era un término muy fuerte para él. ¿O no? Nunca me lo dijo. Aunque tampoco sé si es verdad. Siempre había tenido pequeñas dudas respecto a los sentimientos de Wolf por mí, ya que, un día era el amor de su vida, y al día siguiente, era otra cualquiera. 
—¿Y qué hago yo ahora?—dijo Ricitos. En serio, ¿no saben llamar a la puerta? Los chicos me lanzaron una mirada de preocupación y les dije en un pequeño movimiento que se fueran. Se levantaron dándome un apretón de manos, y dos besos, mientras Ricitos se acercaba a mí.—Supongo que ya te habrás enamorado de Wolf—soltó de repente.
—¿Y eso a qué viene?—pregunté molesta. 
—Bueno, él está enamorado de ti, ahora tú de él, y a mí que me den—contestó. Abrí los ojos en señal de sorpresa y reí tan irónicamente como pude. 
—Tú eres gilipollas—solté. Bajó la vista y se sentó en la silla al lado de mi cama.—Quiero salir de aquí—dije.
—Venía a decirte que ya te han dado el alta—contestó. Le miré y vi que miraba a la nada. 
—Siento lo de gilipollas—dije. Negó con la cabeza.—¿Te acercas a mí un momento?—pedí. Se levantó de la silla y se sentó en la cama, conmigo. Me cogió de la mano y me sonrió. Observé cada pequeño y ligero movimiento que realizaba. Cómo su abdomen subía y bajaba por la respiración, que se iba acelerando poco a poco. La forma en la que sonreía. Cómo sus ojos miraban a todas partes, y se quedaban paralizados cuando los juntaba con los míos. No pensaba en que pasara nada más que aquel apretón de manos. Aquellas sonrisas sinceras, y estúpidas. Pero se acercó a mí y estando sólo a varios centímetros, fui yo la que se levantó hacia él, haciendo que nuestros labios colapsaran. Un beso, dos, tres. Una caricia, dos, tres. Las ganas de vivir, de cien en cien, aumentando por segundo. Mi amor por él, ganando posiciones en mi estúpida carrera mental. Supongo que él sabía las intenciones que tenía cuando pedí que se acercara. Él siempre se arriesgaba, aunque fueran cosas de este tipo. Se arriesgó a ayudarme en mi educación, en mi forma de hablar y comportarme. Me ayudó a ser feliz. Me enseñó a bailar y a tocar la guitarra aún mejor. Siempre quiso lo mejor para mí, y yo siempre quise lo mejor para él. Wolf siempre quiso lo mejor para los dos, inconscientemente. Tenía que ir a darle las gracias, y a darle una explicación. Aunque realmente, no se me ocurre mejor explicación que la de un cuento, popular entre las escuelas de mi ciudad. A mí me lo contaron cuando entré en el colegio, y siempre fue uno de mis cuentos preferidos. 
Un día, mientras comía alegremente en el patio de recreo, me contaron la historia de un príncipe que, estando felizmente con su princesa, a punto de contraer matrimonio, un malvado hombre, despiadado y sin corazón, raptó a la princesa, y se la llevó a un castillo lejano. Un 70% de los príncipes, hubieran dejado a la princesa con el villano, y se hubieran buscado a otra, incluso más rica. El otro tanto por ciento, saldrían en su busca, ya que sentirían por ella verdadero amor. Eso es lo que hizo el príncipe del que os hablo. Recorrió mundos mágicos, dimensiones diferentes, se enfrentó a monstruos horribles y peligrosos, pasó meses por desiertos y sitios con temperaturas demasiado bajas. Finalmente llegó al castillo, donde el villano custodiaba a la princesa. Antes de entrar en ese castillo, el príncipe buscó a la princesa por las torres. La encontró, y no de la forma que esperaba. Él creía que estaría gritando su nombre, que estaría esperando que alguien la rescatara. Pero no era así. Estaba sentada felizmente con el malvado villano, compartiendo una entretenida partida de ajedrez. El príncipe no entendía tan terrible actitud, y pensó que el villano había hechizado a la princesa. Durante la noche, entró a la torre de la princesa, y la despertó, diciendo que había venido a salvarla. La princesa sonrió y le dijo: "lo siento, pero él me ha enseñado cosas que sé que contigo jamás aprenderé. Me ha enseñado lo que es llevar una vida despreocupada fuera de palacio, me ha enseñado qué es confiar, durante este tiempo me ha hecho llorar y sonreír, pasar miedo y sentirme protegida". El príncipe, se sintió indignado con la respuesta de la princesa. Y contestó, severamente: "pero yo he recorrido miles de kilómetros por ti, he cruzado desiertos, mares, glaciares, selvas, he luchado contra monstruos, ¿por qué a mí no me amas?". La princesa, esbozando una sonrisa sincera, contestó: "porque él cruzó todo aquello dos veces, antes que tú". 

9 comentarios:

  1. ME ENCANTA TU NOVE ES INPRESIONANTE COMO ESCRIBES POR FA SUBE EL SIGUIENTE PRONTO K ME MUERO DE LA INTRIGA

    UN BESITO MU GORDO WAPI!!!!! <3 MUAK

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  2. Que acabe con Wolf tío:( Que acabe con Wolf o me muero, enserio:(

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  3. Pienso lo mismo que Laia, WOLF ES SDNFKJSDFDJSFKF, Y TIENEN QUE ACABAR JUNTOS. *__*
    Me encanta, en serio, sigue así! ♥

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  4. Inconformista sin remedio, si Skat no acaba con Wolf nos lo pedimos nosotras ajjajajja *__*

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  5. Vamos a ver, vamos a ver, vamos a ver. Tu definitivamente, lo que quieres es acabar con mi existencia. Me encanta en todos los aspectos y en todas las comas, sigue así ¿vale?
    De verdad que no se donde cojones sacas toanta idea brillante, tanta forma de marear a mi subconsciente pero esto es una puta droga de verdad.
    Creo que Skat tiene un dilema de estos importantes. Por un lado esta Wolf, del que se intento olvidar porque le había echo daño pero luego se enteró de que lo hizo 'por su bien' y no puede olvidarlo. Y por otro lado tenemos a Ricitos, el adorable Ricitos, le quiere de eso estoy segura pero, ¿de la misma forma que quiere a Wolf? Porque si, tengo claro que Wolf es el chico perfecto para Skat, pero Kevin es el chico perfecto de Lydia. Así que la pregunta es ¿en el fondo de su corazón sigue siendo la tierna Lydia o Skat es quien siempre debió ser? Es todo demasiado confuso, espero que ella lo tenga más claro que yo.
    Sique así, un beso <3

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  6. Me encanta como escribes. Yo sinceramente prefiero que acabe con Ricitos pero eso es decisión tuya ;)

    Y siguela, es decir, hazla más larga, que dure mucho! ;) Seguro que hay mucho que contar. Alarga su historia de amor, o haz que pasen cosas, eso te lo dejo al aire, si quieres hacerme caso hazlo.

    Venga, continua. Me gusta porque te expresas muy bien y tus sentimientos los muestras claramente.

    Besitos.
    By: A simple writer

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  7. Hasta ahora no he podido comentar Maribel, pero como siempre y una vez más, me quedas con la boca abierta, intrigada y me encanta cada vez más. Espero el siguiente :') xx

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  8. Se va a quedar con Wolf, verdad? Pfs, me encanta, solo digo eso, me he leído toooda la historia en una hora y es genial, sigue escribiendo Maribel:)

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  9. Vale siento no haver leido hata ahora pero estoy en examenes y es un poco dificil ahora leere le 12 Te quiero♥

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